Amistad, tesoro divino,
como el sol al amanecer,
iluminas nuestro camino
y nos haces renacer.
En la risa y en el llanto,
compañeros de verdad,
en momentos de quebranto,
siempre das serenidad.
A tu lado no hay tristeza,
todo es calma y armonía,
con tu luz y tu nobleza,
siempre llenas de alegría.
Gracias por ser mi refugio,
por tu abrazo, siempre fiel,
amistad, mi fiel murmullo,
eres vida, eres laurel.