Lugar a concretar, una vez que haya tantos frikis dispuestos a apuntarse como para que el desembolso en palotes y chucherías resulte rentable.
Consistiría en poner música hardcore, post-puk o metal y hacer concurso con jueces (yo misma y la persona que considere preparada para ello) de qué salsero adapta mejor sus movimientos y conocimentos de salsa a los ritmos raros y a menudo obtusos de otras músicas del mundo. El premio para la pareja mejor compenetrada consistiría en un pack de palotes sabor fresa y bolsa adjunta de chucherías varias compradas en el chino de abajo.
Abstenerse profesionales.